domingo, 20 de julio de 2008

Bienvenida

Buenos días, buenas tardes o buenas noches. No sabemos cómo pudieron haber llegado hasta este espacio, pero eso no es lo importante. Primero lo primero. Vamos a presentarnos.
Nuestros nombres: Daniela Bani, Nicolás Crisafi y Emanuel Libertino.
Tenemos 17 años y somos alumnos del Instituto Educativo "San José Obrero".
Nos encontramos en el 3º y último año del Nivel Polimodal, y confeccionamos este blog como cierre a un trabajo de investigación realizado en el área de Economía.
Se nos dió como consigna interpretar la evolución de las distintas corrientes del pensamiento económico, y exponer todo el material de la manera más creativa o didáctica que se nos ocurriese.
Optamos por este medio, principalmente por la masividad que tiene. Pero además, porque notamos que por estos pagos faltan lugares con contenido.
Más allá de que todo lo que vayamos a desarrollar a continuación sea algo académico, creemos que de alguna manera podemos "contribuir" para que en internet comiencen a hacerse ver espacios impulsados por gente joven, interesada en la situación actual del mundo y en los diferentes acontecimientos que fueron sucediéndose a través de la historia; causas y consecuencias de estar como estamos.
No sabemos si hemos sido claros, no tenemos aires de niños prodigio. Simplemente dejamos nuestro humilde granito de arena, intentando exhortar a los de nuestra generación a comprometerse con la realidad, recordando que la llave para cambiar el mundo está en el conocimiento.

Ya lo dijo Nicolás Copérnico:
"Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento."

Sin mucho más que agregar, esperamos que les sea útil la información brindada y no duden en dejar cualquier tipo de aporte, comentario o crítica (siempre que sea constructiva), que serán recibidos de la mejor manera.

Desde ya, muchas gracias por su tiempo y atención.


De izquierda a derecha: Libertino, Emanuel; Bani, Daniela; Crisafi, Nicolás.

Primeros Pensadores

Las semillas del pensamiento económico occidental se ubican en la antigua Grecia. Nuestros modelos de pensamiento, sus reglas y formas de construcción son un producto de la revolución científico-filosófica que podemos fechar alrededor de los siglos VII y VI A.C. en las islas del mar Jónio.Un componente importante para entender el contexto histórico de producción del pensamiento económico griego: entre el año 500 A.C. hasta el 300 A.C. la vida política y económica de los helenos estuvo dominada por la guerra. Así, los pensadores griegos se interesaron principalmente por la eficiencia económica y organizativa y su visión del mundo era antropocéntrica, no mecanicista, todo visto desde una perspectiva ética o moral.


Aristóteles (384-348 a.C.)
Aristóteles usó la palabra "economía" para referirse a la administración de la casa y el hogar. Para referirse a problemas que nosotros consideramos económicos, Aristóteles utilizó la palabra griega "crematística". Sin analizar los problemas económicos en detalle ni estudiar las relaciones entre variables o fenómenos, sí que abordó temas tales como el valor, el dinero y el interés.Aunque su enfoque es simplemente ético, Aristóteles es el primero en distinguir las diferentes técnicas económicas a usar en el ámbito de empresa y de la familia. Distingue también entre valor de uso y valor de cambio y entre dinero y riqueza. Considera al dinero en dos de sus usos, como medio de cambio y como mercancía útil para facilitar los intercambios.Identifica la existencia de interés con la usura, que condena éticamente. También trata temas relacionados con la propiedad privada o la esclavitud.



Valor de uso y valor de cambio


"Cada objeto de propiedad tiene un doble uso. Ambos son usos del mismo objeto, pero no de la misma manera; uno es propio del objeto y el otro no. Por ejemplo, el uso de un zapato: como calzado y como objeto de cambio."



Aristóteles, "Política"




Aristóteles inaugura la distinción conceptual de valor de uso y valor de cambio, una distinción fundamental para todo sistema teórico de economía política hasta la época moderna. Así, aunque con importantes cambios en el contenido de su significado, esta división teórica, está presente tanto en los economístas clásicos como en Marx. De hecho, El Capital comienza explicando estos conceptos.




Podríamos definir como valor de uso de un objeto a aquella utilidad o beneficio que presta a su propietario, y valor de cambio, que puede definirse como la cantidad de alguna otra mercancía, usualmente la que se utiliza como dinero, por la que puede intercambiarse dicho bien.


Platón (circa. 427 a.C./428 a.C. - 347 a.C.)


Los Diálogos de Platón que contienen ideas económicas son "La República" y "Las Leyes", en su gran mayoría. Estos trabajos tratan sobre temas que más bien pueden incluirse en la ciencia política o en la jurisprudencia. Los pensamientos económicos contenidos en ellos deben discutirse dentro del contexto de las ideas políticas con las que están vinculados.


El análisis de Platón, es de interés para el economista debido a que uno de los conceptos centrales de su pensamiento, la división del trabajo, ha sido de gran importancia para la historia de la economía política. 2000 años más tarde, el mismo concepto había de servir como piedra angular para el sistema económico de Adam Smith. Sin embargo, hay una diferencia significativa en el contexto y en la importancia que ambos dan a la división del trabajo. Para Platón el factor más importante es la desigualdad entre los hombres que da lugar a la especialización. Para Smith, el aspecto que más debe resaltarse es el aumento de la productividad que resulta de la especialización. Lo que más preocupa a este último son "las causas de la riqueza de las naciones", Platón busca la estructura de la comunidad ideal. Smith racionaliza la producción de dinero; Platón racionaliza la diferencia de clases y la estratificación de la sociedad. Platón no niega que la especialización eleve la producción, pero subraya que las mercancías se producen con mayor facilidad y abundancia y de mejor calidad, cuando cada persona desempeña en la comunidad aquella función para la que su naturaleza le hace más apto.

Edad Media

Una declaración completa del pensamiento económico medieval puede encontrarse en los escritos de Santo Tomás de Aquino, que constituyen una estructura integral y consistente de pensamiento que busca la reconciliación de la Fe y el conocimiento racional, una síntesis de la Doctrina Cristiana tal como surgió después de mil años de Aristotelismo. En un sentido, se veía a la caridad como el principal camino hacia la solución del problema económico de la escasez durante la Edad Media, aunque fuera de manera imperfecta. El pensamiento económico medieval por tanto, estaba entrelazado invariablemente con consideraciones teológicas. Enseñaba lo que debía ser, y su carácter era normativo.
Además de sus funciones espirituales, la clerecía medieval preservó la luz del aprendizaje en la Edad del Oscurantismo, cuando ni siquiera los reyes dominaban el arte de leer y escribir. Las doctrinas económicas de la Iglesia se derivaban de la Biblia, de las enseñanzas de los Padres griegos y latinos y de Aristóteles
Entre los factores que afectaban la demanda de bienes, la austeridad y el ascetismo fueron confirmadas como virtudes por el pensamiento medieval, aunque de unos pocos elegidos. Los ricos estaban ligados al deber de practicar no solo la caridad, sino la liberalidad y la magnificencia igualmente, esto es, usar sus riquezas de una manera generosa y para el logro de algún propósito grande y noble. Desde el punto de vista económico, la construcción de las imponentes catedrales y edificios de gobierno, que en ocasiones llevó siglos construir, absorbió una porción substancial de los recursos disponibles y puede haber sido una función económica importante al producir empleo e inducir el gasto. Pero la caridad, practicada universalmente, se destaca como el método para superar el problema económico de acuerdo al pensamiento medieval.

Mercantilismo

Buscó preferentemente finalidades prácticas mediante consejos y normas de conducta dirigidas a los gobernantes. En conjunto, las principales proposiciones del mercantilismo fueron las siguientes.

Oro y plata para moneda
Según el mercantilismo, la finalidad esencial de la vida económica sería la adquisión de oro y plata para la acuñación de moneda, en la creencia de que cuanto más dinero acumulase un país, más rico sería.
Por lo que la política de los estados debía orientarse a promover la entrada de metales preciosos y dificultar su salida.

El progreso de la industria y el comercio
Para el mercantilismo, el mejor procedimiento para alcanzar una balanza de comercio favorable consistía en el progreso de la industria y el comercio.
Siendo así que consideraban que una organización reglamentada de las manufacturas tenía que promover el florecimiento de la industria nacional, evitándose la importación de productos extranjeros y favoreciendo la exportación a otras naciones.
Respecto al comercio, los mercantilistas consideraban esencial un riguroso proteccionismo aduanero.

Intervencionismo del estado
Los mercantilistas creían necesario un severo intervencionismo del estado en la actividad económica mediante una reglamentación que afectara a todos los aspectos de la misma.El estado era el que debía tomar a su cargo la creación y desarrollo de las explotaciones económicas (las manufacturas de reales de Francia y España, por ejemplo).

Mercantilismo Francés: El colbertismo
El mercantilismo también es conocido con el nombre de “colbertismo”, en honor a uno de sus principales promotores: Jean-Baptiste Colbert (1619-1683), ministro durante el reinado de Luis XIV en Francia.
Colbert abolió los peajes interiores, prohibió la importación de numerosos productos y la exportación de materias primas, favoreció el desarrollo de la industria nacional, construyó caminos, canales y, en general, auspició una mejora en las comunicaciones, promovió la explotación colonial y la marina mercante, reformando la administración pública, centranlizándola y modernizándola.Posteriormente, el mercantilismo francés acrecentó su carácter intervencionista, hasta convertirse en un sistema opresivo, que impedía el libre desenvolvimiento de la actividad económica y situaba en un plano secundario a la agricultura, la principal fuente de riqueza del país en aquella época.

Mercantilismo Inglés
En Inglaterra, el mercantilismo alcanza su apogeo durante el periodo llamado del Long Parliament (1640–1660). El mercantilismo inglés adoptó sobre todo forma de control del comercio internacional. Se puso en marcha un amplio abanico de medidas destinadas a favorecer la exportación y penalizar la importación. Se instauraron tasas aduaneras sobre las importaciones y subvenciones a la exportación. Se prohibió la exportación de algunas materias primas. Las Navigation Acts (Actas de Navegación) prohibían a los comerciantes extranjeros hacer comercio interior en Inglaterra.

En síntesis, el pensamiento mercantilista se puede resumir a través de las nueve reglas de Von Hornick:



  1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.

  2. Que todas las primeras materias que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas.

  3. Que se fomente una población grande y trabajadora.

  4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.

  5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros.

  6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

  7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el país.

  8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

  9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.


Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el momento cumbre del mercantilismo.

Fisiocratismo

Oposición al mercantilismo, articulada en Francia, encabezada por Robert J. Turgot (1727-1781) y François Quesnay (1696-1774).
Considerada como un antecedente de las teorías económicas liberales, constituyó un primer intento de efectuar un análisis global de la actividad económica.
Según la doctrina fisiocrática, la vida económica debía ser consideraba como un fenómeno natural, que funcionaría mucho mejor si se dejara al libre arbitrio de las leyes natural, evitándose toda clase de intervencionismo por parte del estado.
Para los miembros de esta escuela, esas leyes naturales eran evidentes por sí mimas, tales como el derecho a la propiedad y a la libertad, que se complementan con los principios de seguridad y de natural desigualdad entre los hombres. Este supuesto orden natural de las cosas, no coincida con el ordel real de las cosas debido a la imperfección y a la ignorancia de los hombres, claro está.
Para los fisiócratas, la actividad económicoa debe dejarse que transcurra por sí misma, siguiendo el famoso lema laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même (dejad hacer, dejad pasar, el mundo va por sí mismo), del que posteriormente se apropiarían los economistas liberales.
Según esta doctrina, la riqueza verdadera es la que se puede consumir sin empobrecerse; la única fuente de producción que origina este tipo de riquezas es la tierra, de tal modo que la agricultura se convierte en la única actividad que multiplica los productos y su valor. La industria no hace más que sumar los valores de los productos que consume para crear un producto nuevo. El comercio es una actividad útil, pero no produce una verdadera riqueza, o sea no crea un producto.

Escuela Clásica

En la segunda mitad del siglo XIII, el capitalismo y la industrialización, especialmente en Gran Bretaña, habían alcanzado un considerable desarrollo. Las teorías fisiócratas ya no eran adecuadas para proporcionar el necesario análisis teórico de las complejas realidades ecónomicas de aquel entonces.
De esa realidad nació el liberalismo, la gran doctrina económica clásica y la ideología del nuevo sistema económico que empezaba a nacer con la creciente industrialización: el capitalismo concurrencial.
El forjador y artífice de la teoría económica liberal fue el escocés Adam Smith (1725-1790), junto con David Ricardo (1772-1823) y Thomas Robert Malthus (1766-1834).


Adam Smith: la riqueza de las naciones



Para el escocés, el egoísmo es una característica psicológica del ser humano que tiene que ser contemplada desde una óptica positiva. Ya que, merced a su egoísmo y al incesante afán de mejorar su situación económica y social, los hombres tienden a maximizar su bienestar. Pero, al tiempo que acrecientan con el esfuerzo y el trabajo su riqueza personal, contribuyeron al aumento de la riqueza del país. La sociedad y el estado deben liberar las iniciativas individuales para que pueda prosperar el bienestar general y la riqueza de las naciones; todo regulado por las leyes naturals de la vida económica basadas en los principios del libre mercado y de la beneficiosa competencia.
Smith considera el trabajo como la verdadera fuente de riqueza, ya que, sin la intervenciñon de la actividad humana, las fuerzas naturales no proporcionarían al hombre los elementos para la satisfacción de las necesidades. El principio de la división del trabajo permite multiplicar la productividad de los operarios y economizar el tiempo empleado en la fabricación de un producto. Asimismo provoca la interdependencia entre los factores económicos y favorece, a través del intercambio, la cooperación productiva de todos ellos.
El trabajo empleado para producir un bien determina su valor. Además, en la fijación de los precios intervienen las oscilaciones de la oferta y la demanda que son establecidas en torno al precio natural de las mercancías (determinado en función del esfuerzo realizado para obtenerlo o producirlo).
Abordó también el tema de los salarios, que vendrán fijados por contrato entre patronos y obreros, según la ley de la oferta y la demanda; éste es el salario corriente o de mercado que tenderá a equipararse con el salario natural que corresponde al coste de producción del trabajo obrero, es decir al mantenimiento del obrero y su familia a nivel de subsistencia. Ello será así porque, generalmente, la oferta de mano de obra es superior a la demanda de puestos de trabajo. La necesidad de emplear hombres que vivan de su trabajo acompaña al crecimiento de la riqueza nacional.
Con respecto a la renta, distingue Smith dos tipos: La renta total de la nación comprende “todo lo que se da a los habitantes anualmente, sus tierras y su trabajo”, mientras que la renta neta es el resultado de la deducción de todos los gastos inherentes al mantenimiento del capital, es decir “todo lo que los habitantes pueden gastar en su subsistencia, su comodidas y su distracción”.
En cuanto a la función del estado, Smith afirmaba que el estado tiene el deber ineludible de acabar con los antinaturales obstáculos que se oponen al libre comercio y a la libre iniciativa de los hombres. Su papel debe reducirse al mantenimiento del orden interno, la defensa de las fronteras y el financiamiento de obras públicas no lucrativas para la iniciativa privada.
Pidió libertad de comercio con el extranjero a fin de organizar la división internacional del trabajo: cada nación produciría lo que sus condiciones propias permitieran y recibiría de las demás cuanto pudiera obtener de ellas mejor y más barato.

David Ricardo: la riqueza como suma del trabajo



El inglés David Ricardo centró sus estudios en torno a la teoría del valor. Dividió las mercancías en dos clases: bienes cuya producción no depende de la voluntad de los hombres (las obras de arte) y cuyo precio es determinado por la ley de la oferta y la demanda, y bienes cuya producción obedece a la voluntad de los hombres, ya que pueden ser obtenidos mediante el trabajo, y que son la mayoría de las mercancías. Considera que el precio de este tipo de bienes está determinado por el tiempo de trabajo necesario para producirlos.
Su tesis de que los salarios de los obreros difícilmente lograrían rebasar el mínimo de subsistencia, como consecuencia del constante aumento de población, le situación entre el sector pesimista de las escuela clásica.
Profundizó también en la relación existente entre los precios de los productos alimenticios de primera necesidad y el nivel de los salarios: “Los beneficios dependen de la carestía o del precio bajo de los salarios, mientras que éstos son regulados por el precio de los géneros de primera necesidad… Todo lo que aumenta los salarios disminuye los beneficios”.

Thomas R. Malthus: el peligro demográfico



Malthus sostenía que la humanidad estaba abocada a una creciente miseria y depauperación si no lograba contener el incesante aumento de la población. Los hombres procrean sin preocuparse de los medios de subsistencia, cuyo aumento está sometido a la ley de los rendimientos decrecientes. Mientras que las subsistencias aumentan en progresión aritmética, la población tiende a hacerlo en progresión geométrica, de modo que puede llegar a un aumento en que la tierra no pueda alimentar a los hombres que la habitan.
Esa tendencia general sólo puede ser frenada mediante catástrofres naturales o artificiales (pestes, guerras, hambrunas, etc) o mediante sistemas preventivos que él consideraba imprescindibles: matrimonios tardíos, abstinencia sexual, etcétera.
La mayor parte de los economistas de su época se adhirieron a sus tesis, aunque posteriormente fueron criticadas y rechazadas por considerar que no había tenido en cuenta suficientemente los progresos técnicos aplicados a la industria y la agricultura, que conllevaban a un extraordinario aumento de la productividad.

Escuela Neoclásica

La escuela neoclásica es un enfoque económico basado en el análisis marginalista y el equilibrio de oferta y demanda. Entre los supuestos de enfoque neoclásico está que el comportamiento económico surge del comportamiento agregado de individuos (u otro tipo de agentes económicos) que son racionales y tratan de maximizar su utilidad o beneficio mediante elecciones basadas en la información disponible. Toman como preocupación fundamental, la forma en que el mercado podía asignar en forma óptima los recursos en la sociedad. Su variante más actualizada está en la política neoliberal.
Cronológicamente se la encuadra entre los años 1925 y 1946, aunque su verdadero momento de producción y actuación se dio entre 1930 y 1948.
Se centró en la dimensión formal, continuando con la búsqueda de eficiencia, a través de técnicas complementarias o suplementarias de las legadas por los precursores, dejando de lado aspectos informales como conducta y comportamiento.
Precisamente en ésta dimensión ocurrió que los hechos sucedidos transformaron a las organizaciones, obligando a los los investigadores a estudiar formas de adaptación y modernización de las técnicas tradicionales de eficiencia y racionalización.
Estos sucesos fueron la 2º Guerra Mundial, la expansión económica de los Estados Unidos, el constante grado de concentración económica y la evolución del nivel tecnológico, que generaron las siguientes características diferenciales:

  • Mayor automatización en sus procesos productivos.
  • Menor utilización de la mano de obra en trabajos de producción.
  • Mayor cantidad de miembros por el crecimiento de las organizaciones.
  • Mayor cantidad de fines a alcanzar en cada organización, por su crecimiento horizontal.

Con éstas características hubo otras que no variaron desde el momento en que Taylor y Fayol aportaron sus desarrollos, las cuales son:

  • La búsqueda constante de la máxima eficiencia fabril.
  • Una rígida estructura de dirección.

Los iniciadores de la escuela neoclásica son Carl Menger, Leon Walras, Williams Stanley Jevons, Alfred Marshall y Knut Wicksell.

Keynesianismo

John Maynard Keynes (1883 - 1946)


Economista británico que alternó sus funciones como profesor de economía de la universidad de Cambridge con las de consejero y asesor del gobierno de su país.
Sus teorías nacieron en un momento en que Estados Unidos y Europa se encontraban bajo el impacto de la crisis económica de 1929, con sus millones de parados; crisis que sirvió para poner de manifiesto cómo muchas de las teorías económicas de los neoclásicos no se mantenían en pie y que el sistema económico capitalista era incapaz de recuperarse y superar la crisis si se le dejaba en manos exclusivamente de sus propios mecanismos internos.
El propósito central de las teorías keynesianas ha sido crear un modelo macroeconómico que explicara la determinación de la renta y del empleo en una economía monetaria moderna. Según Keynes, en el sistema económico capitalista puede darse una situación permanente de no utilización plena de los factores productivos. Para los neoclásicos, si existe desempleo, la competencia entre los trabajadores para obtener los puestos disponibles reducirá los salarios y, en consecuencia, aumentarán los beneficios de los empresarios hasta un punto en que para los patronos será conveniente contratar más fuerza de trabajo.
Keynes afirma que debe tenerse en cuenta a los sindicatos y que éstos, en una economía industrial desarrollada, no estarán dispuestos a aceptar un volumen de empleo mayor a cambio de un salario monetario menor.
Por otra parte, Keynes no está de acuerdo en que una reducción en los salarios aumente automáticamente la facilidad de obtener empleo. Además, toda reducción salarial, al tiempo que hace disminuir los costes, también contribuye a la disminución de la demanda global (como consecuencia de la menor capacidad adquisitiva de los asalariados, disminuyen las expectativas de compra de productos).
Keynes consideraba que el nivel de empleo y la renta global deben determinarse conjuntamente a partir del volumen de la demanda global existente. Para poder mantener el nivel de renta y empleo, es preciso que la diferencia existente entre el aumento de la renta y el consumo, es decir, el ahorro, se invierta. Para Keynes, la inversión actúa de multiplicador del empleo. Ahora bien, si el gasto de los individuos particulares es tal que el margen de inversión que permite no es suficiente para alcanzar el ingreso correspondiente al pleno empleo, el estado debe llenar este vacío.
Y es en este punto en que J.M. Keynes se diferencia de los postulados clásicos: los gastos públicos no se considerarán como una interferencia en la inversión privada, sino como su complemento. El estado queda, pues, difinitivamente incorporado a los sujetos económicos activos.
En síntesis, Keynes mostró que el sistema capitalista no está constituido por un conjunto de mecanismos que tienden automáticamente al equilibrio óptimo (estabilida más pleno empleo), sino que este equilibrio únicamente puede asegurarse mediante una actuación deliberada del estado, contrariamente a las teorías de los clásicos. La política económica cobra, entonces, un papel fundamental: es el instrumento del estado para lograr los objetivos deseados.

Marxismo


Karl Heinrich Marx (1818 - 1883)

Marx efectúa una crítica radical de la economía capitalista. Parte de la teoría ricardiana del valor-trabajo y establece que el trabajador nunca recibe la totalidad del valor de su trabajo; entre lo que percibe y el valor de lo que produce hay siempre una diferencia. Esta diferencia es lo que Marx denomina plusvalía.
La teoría de la plusvalía es una teoría del beneficio. De aquí se deduce el interés del empresario en mantener los salarios lo más bajos posibles y lograr una jornada de trabajo lo más prolongada posible. Inevitablemente, se producirá una resistencia de los obreros, que dará lugar a un enfrentamiento capital-trabajo (lucha de clases).
Otra forma de aumentar los beneficios se consigue aumentando la productividad, mediante la nacionalización de los procesos productivos, el aumento del ritmo de trabajo y la introducción de maquinaria, con el fin de disminuir el coste de la producción.
El salario, está regulado por el mecanismo de la libre competencia; en virtud del denominado principio del ejército de reserva industrial (exceso de oferta de mano de obra en el mercado de trabajo), los salarios tenderán siempre a la baja. Estos mecanimos conducen a un progresivo empobrecimiento de la clase obrera (teoría del pauperismo creciente).
A partir de la ley de beneficio decreciente (descenso del capital variable –mano de obra- y aumento de los gastos fijos en maquinaria), los empresarios pretenden contrarrestar la baja de los beneficios mediante un aumento de la producción y, consecuentemente, de las ventas. Pero, como el poder adquisitivo de los trabajadores tiende a disminuir, la creciente oferta de productos no encuentra salida en el mercado, produciéndose una crisis cíclica, motivada por una superproducción. Estas crisis cíclicas son, para Marx, una característica constante del capitalismo. Se resolverán mediante un equilibrio inestable, de corta vida, que sólo durará hasta la próxima crisis. Las crisis se sucederán cada vez con mayor frecuencia y con más intensidad, conduciendo inevitablemente a una crisis final del capitalismo.
Otro de los puntos centrales de las teorías económicas de Marx es la ley de la concentración del capital. Ésta podría resumirse de la siguiente forma: el capital estará concentrado cada vez en un menos número de personas, mientras que el proletariado, a la par que aumentará en número, detentará una situación más miserable. Estos principios, unidos a las teorías sobre las crisis cíclicas y a la agudización de la lucha de clases, contribuirán a la crisis final del capitalismo.

sábado, 19 de julio de 2008

Monetarismo

Una escuela de pensamiento económico que sostiene que las perturbaciones en el sector monetario de la economía son las principales causas de la inestabilidad general en ella. El monetarismo se basa en los trabajos desarrollados por Milton Friedman hacia finales de la década de los cincuenta y comienzos de los sesenta, y puede considerarse como una crítica a la economía keynesiana predominante durante esa época.
El monetarismo hace énfasis en las particulares propiedades de la moneda y en los efectos que tiene la política monetaria sobre la demanda agregada, destacando la fuerte relación que existe entre el nivel de precios y el tamaño y la tasa de crecimiento de la masa monetaria. Otro de los aspectos analizados por los monetaristas es el relativo a las expectativas: se hace hincapié en que los actores económicos, luego de un cierto tiempo, son capaces de prever y anticiparse a las consecuencias de la política monetaria, adecuando su conducta a ella, lo que reduce gran parte de su capacidad para modificar las variables macroeconómicas. El monetarismo, en consecuencia, ha propugnado el abandono de las políticas expansivas keynesianas, basadas en crecimiento con inflación, y ha propuesto una serie de medidas concretas para evitar el problema de la "stagflación", tan corriente en la década de los setenta.
El aporte del monetarismo en la historia del pensamiento económico es innegable. Su legado abarca la teoría estadística, la teoría y la práctica económica, la metodología, las innovaciones y la originalidad de sus métodos empíricos
En el plano económico, la mayoría de economistas usan la especificación de Friedman de la demanda de dinero, el ingreso permanente y las conclusiones que emanan de la teoría cuantitativa
La teoría sobre la interacción entre las expectativas inflacionarias y desempleo, fue un aporte monetarista que demostró que existe una tasa “natural” de desempleo por debajo de la cual las presiones inflacionarias tienden a acelerarse, su teoría ha servido para que se vigilara de una mejor manera la inflación, por todos los bancos Centrales a nivel mundial.